La olla exprés, u olla a presión, es una magnífica herramienta que nos permite ahorrar tiempo y dinero en la cocción de los alimentos, pero su mal uso puede causar accidentes. A continuación, os detallamos los principales errores que cometemos con ellas y debemos evitar en la medida por nuestro propio bien.

El principal error que se comete al utilizar esta herramienta es llenarla con mucha agua; la cantidad recomendable de agua no debe superar 2/3 de la capacidad de la olla.

El mantenimiento de la olla suele ser otro de los errores más comunes que se cometen cuando se trabaja con este utensilio. Revisar que el pitorro por donde sale el vapor no esté obstruido, que las gomas estén limpias y que cada pieza encaje a la perfección no supone un trabajo extra, pero sí le ayudará a alargar la vida útil de la misma y evitará accidentes. Especial atención hay que tener con las gomas, ya que si la olla a presión se utiliza con mucha asiduidad, será necesario cambiarlas cada 6 meses, y siempre con recambios de la misma marca. Si por el contrario, la olla exprés se utiliza poco, las gomas deberán ser cambiadas cada 2 años.

Uno de los errores que causa más accidentes está relacionado con el modo de trabajar que tengamos con la olla. De forma general, gran cantidad de personas deja la olla siempre cocinando a la misma temperatura, cuando lo correcto sería bajar la temperatura del fuego una vez que el vapor empieza a salir. Es muy recomendable poner el fuego al mínimo cuando se haya alcanzado la máxima potencia.

Una vez terminada la cocción, se recomienda dejar salir todo el vapor antes de abrir la olla, pero las prisas y los malos hábitos hacen que adelantemos este proceso. Para mayor seguridad, una vez haya terminado de salir todo el vapor, se recomienda dejar reposar la olla cinco minutos antes de abrir.

La olla exprés y el lavavajillas no son buenos amigos, ya que limpiar la olla dentro del lavavajillas desgasta con mayor rapidez las gomas y estropea la capa antiadherente. La olla exprés hay que lavarla a mano y el interior con una esponja para no rallar la capa antiadherente. También debemos tener cuidado con los golpes o erosiones que tenga esta herramienta.

Finalmente, un aviso de que algo no va bien con nuestra olla son los posibles pitidos o ruidos extraños que podríamos escuchar. De forma general, estos ruidos suelen ser ocasionados por que el mango no esté bien enganchado o la goma esté un poco floja. Cuando pase esto, lo mejor será apagar el fuego y dejar que la olla se enfríe antes de intentar resolver el problema.

Como os hemos dicho, la olla exprés es un excelente aliado en la cocina del que no debemos temer nada, pero si podemos evitar accidentes siempre será mejor.