En los cuartos de baño de toda empresa o negocio debemos contar con un sistema de secado de manos, paso esencial en la higiene diaria. ¿Por qué? Porque cuando las manos están húmedas transmiten hasta 1.000 veces más bacterias que cuando están secas. Toda empresa o negocio debe elegir el sistema de secado de manos que mejor se adapte a sus necesidades y contribuir así a mejorar la salud de empleados y clientes.

La primera decisión a la hora de adquirir este equipamiento será elegir entre papel o eléctrico. El uso de papel en la vida cotidiana, supone que en el mundo se talen cada año unos 15.000 millones de árboles, según cifras aportadas por las ONGs medioambientales, además el papel es reciclable y que los bosques se replantan. Aún así, el consumo de papel va en aumento y en el caso del utilizado en forma de toallitas para secarnos las manos, genera gastos asociados a su compra y a la gestión de residuos para el reciclaje y, en muchas ocasiones, indeseados atascos. Con el objeto de ser más eficientes y medioambientalmente sostenibles, se suele recurrir al uso de secamanos eléctrico, que permite controlar la dosificación y el uso de suministros.

Para elegir el secamanos eléctrico más adecuado, se deben tener en cuenta las necesidades de cada negocio en base a su tipo de usuarios y al tipo de uso que hacen de él. Así, podemos valorar:
secamanos

  • El tiempo de secado. Las máquinas más rápidas secan las manos en menos de 12 segundos. Así es más probable que el usuario salga con las manos higiénicamente secas.
  • Ruido. Según el entorno, el ruido puede ser más o menos molesto, generando las máquinas más silenciosas menos de 82 dB.
  • Características especiales. Si quiere un nivel de higiene adicional es importante que el filtro sea un HEPA 13.
  • El coste y huella de carbono. La sustitución de toallitas de papel por eléctricos generará un ahorro de más de 380 euros al año (en base a un uso media de 150 veces al día), en el coste de uso de un aseo y reducirá la huella de carbono.
  • Mantenimiento y garantía. Como todo aparato eléctrico dispone de garantía. Su instalación y montaje son fáciles, incluso algunos equipos disponen de un sistema de “anclaje rápido” que permite quitarlas sin necesidad de un electricista cualificado.
  • Estética. Cada empresa o negocio es diferente. Por eso, las nuevas generaciones de secamanos están diseñadas para integrarse en armonía con el entorno del aseo, con la posibilidad de personalizarlos con el logo de la organización.

En Dimasa, disponemos de varios modelos de secamanos, tanto eléctricos como de papel, a disposición de su empresa para su instalación y puesta en marcha.